El acabado de superficies pretende mejorar la calidad estética y funcional de un producto, dándole un aspecto liso y pulido o una textura específica. La precisión es clave en este proceso, ya que el objetivo es refinar las superficies sin comprometer la resistencia o la integridad del material.

Las microesferas cerámicas y las granallas plásticas de Henglihong ofrecen unas capacidades de acabado de superficies excepcionales, garantizando una uniformidad óptima y unos resultados consistentes. Nuestras granallas están diseñadas para lograr la textura superficial deseada y evitar la contaminación, por lo que son ideales para industrias como la automoción, la aeroespacial y la de bienes de consumo.